El
pasado día 31 pudimos escuchar el discurso de fin de año del Presidente de la
Junta de Extremadura, D. Guillermo Fernández Vara. La puesta en escena fue
radicalmente diferente a otros años. El marco elegido fue la Escuela Municipal
de Música de Campanario (Badajoz). La alocución total fue de 9:44 minutos y
comenzó con las voces angelicales de los
alumnos de la escuela interpretando el clásico de los Beatles “ Let it be”.
Tras finalizar, el presidente autonómico hizo acto de presencia y, situándose
delante del grupo de chicos, pronunció su discurso de pie con una duración de
tres minutos. Tras sus palabras los chicos del coro interpretaron un villancico
extremeño.
La
escenografía fue sobria y sencilla. Junto al grupo de chicos del coro pudimos
ver un juego de banderas de España, Extremadura, Unión Europea y la pianista
que interpretó los dos temas. Tras ellos una trasera de color azul, con el
nombre de la Escuela Municipal de Música, y una especie de conos blancos que,
entiendo, simulaban árboles nevados.
El
presidente se dirigió a todos sus paisanos con un traje de chaqueta oscuro,
camisa blanca y sin corbata. Constantemente movía manos y brazos y la postura
más repetida fueron las manos cruzadas. El tiro de cámara nos ofrecía una
imagen de medio cuerpo por lo que no pudimos apreciar movimientos de pies y
piernas. La imagen de los chicos fue correcta, todos llevaban camisas vaqueras
en dos tonalidades y pantalón negro.
Por
rizar el rizo, les hubiera puesto a todos el mismo calzado (o al menos del
mismo color) y les hubiera recogido el pelo a todos para que la imagen hubiera
sido más uniforme y homogénea. Pero he de reconocer que el resultado fue fino
y, por supuesto lo más importante, cantaron como los ángeles.
Aunque
ha sido muy criticada la puesta en escena del discurso, a mi personalmente, me
ha gustado por su sencillez y discreción, muy acorde a los tiempos que vivimos.
Contrasta con la escenografía del discurso que el Rey Felipe VI pronunció en
Nochebuena desde el Palacio Real donde predominaron tapices, candelabros,
alfombras y otros elementos recargados. Una imagen muy diferente a la España
actual. También me pareció acertada la interpretación de los dos temas: uno
reconocido internacionalmente y otro extremeño. Me gustó ese “guiño”
internacional y autonómico.
El
presidente comenzó su intervención con las siguientes palabras: “Queridos extremeños
y queridas extremeñas….” Recientemente la RAE ha rechazado el uso de “todos” y
“todas” ya que el uso genérico del masculino para designar los dos sexos ya
está muy asentado en el sistema gramatical español. Algo muy común políticamente
correcto y gramaticalmente incorrecto. Sin acritud señores políticos…
Eché
de menos algún elemento decorativo que hiciera referencia a la Navidad, tan
sólo pudimos ver una estrella a la entrada del edificio de la Escuela Municipal
antes y después del discurso. Pero en el interior nada de árbol de Navidad,
Flor de Pascua, portal de Belén o cualquier otro objeto navideño.
En
el discurso del mandatario extremeño no faltaron temas como la cultura, sanidad
y la solidaridad entre comunidades autónomas. No voy a entrar ni me compete
analizar el contenido de su discurso, eso se lo dejo a los expertos políticos.
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