miércoles, 24 de febrero de 2016

EL DISCURSO DEL PRESIDENTE EXTREMEÑO


El pasado día 31 pudimos escuchar el discurso de fin de año del Presidente de la Junta de Extremadura, D. Guillermo Fernández Vara. La puesta en escena fue radicalmente diferente a otros años. El marco elegido fue la Escuela Municipal de Música de Campanario (Badajoz). La alocución total fue de 9:44 minutos y comenzó con las voces  angelicales de los alumnos de la escuela interpretando el clásico de los Beatles “ Let it be”. Tras finalizar, el presidente autonómico hizo acto de presencia y, situándose delante del grupo de chicos, pronunció su discurso de pie con una duración de tres minutos. Tras sus palabras los chicos del coro interpretaron un villancico extremeño.




La escenografía fue sobria y sencilla. Junto al grupo de chicos del coro pudimos ver un juego de banderas de España, Extremadura, Unión Europea y la pianista que interpretó los dos temas. Tras ellos una trasera de color azul, con el nombre de la Escuela Municipal de Música, y una especie de conos blancos que, entiendo, simulaban árboles nevados.



El presidente se dirigió a todos sus paisanos con un traje de chaqueta oscuro, camisa blanca y sin corbata. Constantemente movía manos y brazos y la postura más repetida fueron las manos cruzadas. El tiro de cámara nos ofrecía una imagen de medio cuerpo por lo que no pudimos apreciar movimientos de pies y piernas. La imagen de los chicos fue correcta, todos llevaban camisas vaqueras en dos tonalidades y pantalón negro.




Por rizar el rizo, les hubiera puesto a todos el mismo calzado (o al menos del mismo color) y les hubiera recogido el pelo a todos para que la imagen hubiera sido más uniforme y homogénea. Pero he de reconocer que el resultado fue fino y, por supuesto lo más importante, cantaron como los ángeles.
Aunque ha sido muy criticada la puesta en escena del discurso, a mi personalmente, me ha gustado por su sencillez y discreción, muy acorde a los tiempos que vivimos. Contrasta con la escenografía del discurso que el Rey Felipe VI pronunció en Nochebuena desde el Palacio Real donde predominaron tapices, candelabros, alfombras y otros elementos recargados. Una imagen muy diferente a la España actual. También me pareció acertada la interpretación de los dos temas: uno reconocido internacionalmente y otro extremeño. Me gustó ese “guiño” internacional y autonómico.




El presidente comenzó su intervención con las siguientes palabras: “Queridos extremeños y queridas extremeñas….” Recientemente la RAE ha rechazado el uso de “todos” y “todas” ya que el uso genérico del masculino para designar los dos sexos ya está muy asentado en el sistema gramatical español. Algo muy común políticamente correcto y gramaticalmente incorrecto. Sin acritud señores políticos…

Eché de menos algún elemento decorativo que hiciera referencia a la Navidad, tan sólo pudimos ver una estrella a la entrada del edificio de la Escuela Municipal antes y después del discurso. Pero en el interior nada de árbol de Navidad, Flor de Pascua, portal de Belén o cualquier otro objeto navideño.




En el discurso del mandatario extremeño no faltaron temas como la cultura, sanidad y la solidaridad entre comunidades autónomas. No voy a entrar ni me compete analizar el contenido de su discurso, eso se lo dejo a los expertos políticos.



Sea como fuere, Feliz año a todos

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