Por fin
se han casado Eva González y Cayetano Rivera, ya podemos dormir tranquilos…
Como manda la tradición, la boda se ha
celebrado en el pueblo de la novia, la localidad sevillana de Mairena del
Alcor. Los novios han sido afortunados porque han tenido un día soleado, únicamente
nublado, por trajes de chaqueta y complementos de dudoso gusto.
El
pueblo se ha volcado literalmente con la boda y han esperado en la calle desde
bien temprano para ver a su paisana y al radiante novio. Se comenta que la
organización de la boda ha sido inmejorable por los espacios reservados a
prensa, acreditaciones, decoración, atención a los casi 400 invitados, etc.
Sobre
las 12:00 comenzaron a llegar los primeros invitados, a las 12:39 lo hizo el novio impecable con su
chaqué de Armani acompañado de la madre de Eva que, ejerciendo de madrina, iba
muy elegante (para mi gusto, una de las pocas que se salva) con un traje verde esmeralda
de Antonio García con mantilla negra. Lo peor fue la corbata plateada del
novio. Ambos llegaron en un Jaguar clásico y fueron aplaudidos por los
lugareños que allí se congregaron.
La
novia apareció radiante en un Rolls Royce (los novios tenían otros dos
vehículos en reserva por si alguno de los dos modelos clásicos de alta gama
fallaba) sobre las 13:10 y a su llegada fue saludada y vitoreada por sus
paisanos. Eva lució un diseño de Pronovias diseñado por Hervé Moreau de corte
clásico con escote barco, manga larga y espalda con tul de cristal con motivos
florales. Como complementos unos pendientes de oro blanco y un broche de 254
diamantes creado a medida, ambos de Suárez.
No soy muy fan de Eva González, pero reconozco
que con el tiempo se ha refinado, entiendo que Cayetano ha tenido mucho que
ver. En términos generales, considero que la novia iba guapa, elegante, y
discreta, es decir me ha gustado bastante. También se ha aclarado el tono del
cabello, por lo que está más fina y juvenil.
Lo que menos me ha gustado ha sido la absurda manía de las novias de
lucir dos trajes en el día de tu boda y la longitud de la cola que considero
excesiva. Tampoco le hubiera puesto un velo que le tapara el rostro pero por lo
demás, creo que ha acertado totalmente en su elección.
Los
estilismos de los invitados me han dejado ojiplática. Me ha llamado la atención
el hecho de que, en este enlace, me han gustado los estilismos de las señoras
que no me suelen parecer elegantes y viceversa; me han defraudado los looks de la mayoría de las invitadas a
las que consideraba estilosas.
La
mejor, desde mi punto de vista, ha sido Mª José Suarez que llevaba un vestido de
su propia firma de seda azul y doble capa con un tocado de rejilla de Tolentino.
Un 10 tanto en el vestido como en los complementos. Siempre digo que, independientemente
de las tendencias, hay que ponerse lo que a un@ le favorezca y en este caso
acertó al 100%.
Nada
que ver con Pastora Soler, que lució un vestido largo midi en azul (color
predominante entre las invitadas). Pastora me parece una gran persona y mejor
artista pero ese modelito en cuestión, no le favorecía nada y le hacía muy
ancha. Este tipo de cortes suelen favorecer a las señoras muy muy delgadas. La pamela
y zapatos salvaron el estilismo.
A
las hermanas Martín Berrocal se les debe haber ido la cabeza esa mañana: Vicky
lucía un traje de satén nada favorecedor con excesivo brillo para el día que no
le estilizaba nada y un pamelón de flores excesivo. El gran Philip Tracy tuvo
que tener un mal día al diseñar la pamela. Su hermana Rocío llevaba un traje
beige y negro con guantes negros de tachuelas y aberturas frontales. Como el
traje era discretito, se plantó unos floripondios a modo de hombreras que no
comprendo. Lo mejor de las hermanas sus stilettos
negros y nude respectivamente.
No
sé como enfocar el estilismo de bruja de Halloween-romera de la cantautora
Vanesa Martín que lució un vestido de flores de Dolores Promesas que completó con
una pamela negra “sin encajar” luciendo flequillo y melena al viento. Los
complementos, por favor, siempre con el pelo recogido.
Tampoco
se como interpretar el modelito de Raquel Revuelta, un traje de chaqueta beige inspiración
años 40 con dos horribles lazos a modo de bolsillos, tocado negro tipo años 20,
guantes burdeos, clutch de serpiente y zapato negro de salón. Era un híbrido de
azafata de compañía aérea low cost y una extra (de las del fondo) de la exitosa
serie “Mad men”. Nada que ver con su acompañante el Tato que iba perfecto con
su chaqué y pañuelo de lunares.
Elena
Tablada es el chonismo personificado. En esta ocasión se mantuvo fiel a su
estilo y, aunque excesivamente minifaldera, no iba muy mal. Dentro de la
gravedad…
Paquirrín,
en su línea, paso palabra
Los
compañeros de la novia en el programa de Master Chef acudieron juntos y posaron
muy amables con la prensa. Jordi Cruz muy guapo y discreto, Pepe Rodríguez optó
por un original chaleco de cuadros escoceses y la más llamativa fue Samantha
Vallejo Nágera. Ha sido muy criticada por su inapropiada vestimenta pero he de
reconocer que Samantha, además de caerme genial, me divierte y considero que
tiene una gran personalidad. Aunque no fuera “adecuada”, iba muy fiel a su
estilo con tocado fucsia, falda estampada, camisa blanca básica (lo único de su atuendo) y una estola verde
de pelo. Todo un mix de colores y texturas.
La
ex Miss España Elisabeth Reyes eligió un diseño morado de su amiga Mª José
Suarez y lo combinó con complementos en
color nude. Lo peor la calidad del tejido del vestido. La caída de la tela
brilló por su ausencia.
La
hija de Fran Rivera lució un look juvenil compuesto de vestido blanco de mangas
transparentes de plumeti y corona de flores. No está mal pero los zapatos arruinaron
el estilismo. Tana, ibas a la boda de tu tío, no al botellón…
El
matrimonio Manzanares-Escalante fueron el yin y el yang de la boda. Jose Mª lució
un chaqué gris príncipe de gales muy criticado y Rocío un minivestido de encaje
en dos tonos. El diestro, de momento, puede ponerse lo que quiera pero que
tenga cuidado porque la línea entre lo moderno y hortera es finísima. Las gafas
de sol sobran. Desconozco si el vestido bicolor de ella es artesano a medida o
comprado. En cualquier caso, me espanta. Una pena, con lo mona que es.
Fran
Rivera muy guapo y elegante con chaqué clásico y chistera estuvo acompañado de
su mujer Lourdes Montes vestida por Roberto Diz. Los cuñados fueron de lo mejorcito de la boda,
cuestión no difícil tras ver al resto de invitados. Lourdes llevaba un vestido
cóctel gris humo con escote y mangas semi transparentes. La pamela fue muy acertada, al vestido le hubiera
quitado el lazo delantero y el bolso no me acaba de convencer con ese look,
pero en general aprobados.
El
estilismo de los “Julianes” se me va de las manos. Padre e hijo lucieron traje
de chaqueta. Se conoce que no leyeron la invitación en la que se indicaba el dress code: chaqué. Ignoro si eran suyos
o los alquilaron para la ocasión, el caso es que no les sientan nada bien y les
suman años. Julián Contreras padre no va a quedarse calvo y presume de ello.
Sandra
Alandro lució un esmoquin fucsia (de dos tallas menos) con chistera de flores.
¿Me pronuncio ante tal modelito? Juzguen ustedes mismos: